domingo, 6 de julio de 2014

Disyuntiva electoral: ¿ladrones o asesinos?

Amigos, el sistema capitalista, además de ser un sistema sanguinario y cruel (ya lo estamos viendo en medio Oriente, Ucrania y Venezuela) es un sistema que lo prostituye todo. El hecho de que encontremos “alguna vez” justicia,  no significa que el 100% de juicios haya sido incorruptible. Sucede igual con la democracia. Los militantes de los partidos que postulan, no lo hacen por lograr  un bien a la comunidad, sino,  en la esperanza de lograr un puesto en el Estado para beneficiarse, además del sueldo, con las influencias y posiciones estratégicas para enriquecerse de las más diversas formas. Ahí tenemos a Gago, Urtecho, Cenaida Uribe, el Premier Cornejo, la ministra Carmen Omonte, etc.,  etc. , etc., sin mencionar a García Pérez,  Toledo, Aurelio pastor, Castañeda Lossio…¡¡En fin!!

Incluso, no se conforman con posición e influencias que gozan; sino, que además de ver  aumentadas sus cuentas bancarias y propiedades pierden el sentido de la ética y se desdibuja en su quehacer la frontera entre el bien y el mal; por lo que la mayoría de las investigaciones se ARCHIVA.

Entonces, con esta idiosincrasia, los partidos ya no buscan al personaje idóneo para los puestos de gobierno; sino que fijan como único objetivo el enriquecerse y,  al hacerlo,  se dan cuenta que lo único que tienen que hacer para ser más ricos es GANAR LAS ELECCIONES. Ello vuelve importantísimos los primeros puestos en las listas de campañas;  porque ésos puestos por arrastre de votación electoral están asegurados para entrar al inmejorable puesto de trabajo, que es en lo que se ha convertido la fiesta electoral.

Cada número en la lista postulante tiene su precio y será entregada de acuerdo con el aporte del que la pretenda. En ése sentido, lo único que buscarán los partidos y candidatos, es proveerse de todos los recursos humanos, dinerarios y logísticos, para ganar las elecciones. Poco importa la calidad moral del candidato, y menos importa la procedencia negra de los aportes económicos a la campaña. Sólo importa ganar y para ello cualquier medio, para lograrlo,  es bienvenido.

Sin embargo, los angurrientos militantes de los partidos y sus cabecillas no tienen tan fácil ser elegidos por la población, porque como ellos, hay miles con la misma vocación de codicia desmesurada, de allí que sea Derecho y Ciencias Políticas, las carreras más solicitadas por las nuevas generaciones de muchachos que ingresan a  las universidades; justamente, para conocer el manejo legal y gubernamental, para que los actos de los aspirantes a NUEVOS MILLONARIOS no delaten su proceder  doloso.

Una vez en campaña ya no pueden decir la verdad, porque la verdad sólo tiene un límite, el de los hechos cuando se contrasta con la realidad;  entonces,  se recurre al ingenio fraudulento que tiene más campo de acción; desatándose una competencia de quién miente más. 

Esto es lo que está sucediendo NUEVAMENTE  en esta tómbola de oportunidades para enriquecerse que ES  nuestra política nacional; pero mientras tanto, tal vez pretendiendo aturdir a la opinión pública con un escándalo,  se da a conocer el pingüe negocio de Orellana Rengifo (hasta ahora LEGAL  gracias a los vacíos de nuestra justicia ciega) pero que a su vez (y “coincidentemente”), ha quedado  OPACADO por el proceso que se le sigue por ASESINATO al flamante ministro del interior, Urresti Elera, más conocido en Huanta, Ayacucho, como “capitán Arturo”; hecho que fue OMITIDO muy convenientemente en la publicación de su hoja de vida.

Es así, amigos, que los 28 millones de peruanos estamos CONDENADOS  a elegir entre ladrones y asesinos, porque a los HONRADOS, la prensa y la mafia enquistada en el gobierno se encarga de sepultar bajo el desprestigio.

¿Quién es Rodolfo Orellana Rengifo?

Una casa-club, con 32 búngalos, ubicada en Chaclacayo, propiedad de la Fundación por los Niños del Perú  que había pertenecido en el pasado al Banco Comercial, y que,  al quebrar éste,  pasó al Banco de la Nación llegando a albergar  cientos de niños abandonados y desvalidos; fue alquilada a Rodolfo Orellana Rengifo, quien, había hecho algunas mejoras al inmueble, por lo cual había solicitado el reembolso de los gastos, al no conseguir el reintegro, despojó a la Fundación por los niños del Perú de esta valiosa propiedad.
Sobre el caso de la Fundación por los Niños del Perú, Orellana indicó que no ha ocupado irregularmente ningún predio, que si estaba en dicho terreno es porque se lo había alquilado a una empresa de nombre Brida. “Yo no he cometido ningún delito”.

La red de Orellana involucra a alcaldes, asesores, congresistas, fiscales, jueces, notarios, periodistas, policías, presidentes regionales, registradores, entre otros.

En 1999, con 34 años de edad, Rodolfo Orellana fue notificado de la primera denuncia penal en su contra. Era un caso de falsificación de documentos y terminó archivándose: un final premonitorio para describir cómo lo trató la justicia siempre.

En el Ministerio Público se almacenan 30 denuncias contra él por fraude, falsedad genérica, asociación ilícita, falsificación, estafa y lavado de activos en diferentes ciudades del país. Cinco se archivaron, 13 no salen del limbo de la investigación fiscal y 12 pasaron al Poder Judicial, a una suerte de sala de espera porque aún no se dicta sentencia en estas causas.

El ejemplo extremo de letanía es una denuncia por fraude que se interpuso contra él en Piura en el 2002; estuvo 11 años en fiscalía y recién hace unos meses el juez ha ordenado abrir instrucción y citar a los implicados. El resto de denuncias en trámite tiene una antigüedad de entre dos y nueve años.
Lo más grave es que según el Código Penal, los delitos de estafa y falsificación, que son los que priman en sus actividades  prescriben a los seis y ocho años, respectivamente.

SOCIOS Y FAMILIA

La desidia de la justicia de Orellana también estuvo con su hermana y socia, Ludith Orellana Rengifo. Ella tiene 10 denuncias en su contra por lavado de activos, usurpación, apropiación ilícita, extorsión, estafa y tráfico ilícito de drogas. La más antigua es de hace cinco años.

 Tres casos fueron archivados en la fiscalía, incluido un proceso por tentativa de homicidio en Huaura. Solo uno se formalizó el 2012 en el Poder Judicial y aún no tiene sentencia.

Lo mismo ocurrió con las cinco denuncias penales que se presentaron contra Benedicto Jiménez desde el 2011, pues solo prosperó la que lo involucra al lavado de activos desde diciembre del año pasado, y es la que motivó su reciente arresto.

Jiménez tuvo  18 querellas por difamación que se entablaron contra él, directamente en el Poder Judicial, por los ataques que dirigió desde su revista “Juez justo”. En solo un caso fue sentenciado, y se trató de una denuncia presentada a mediados del año pasado. El resto de querellas, iniciadas entre el 2007 y 2012, siguen en trámite.

Amigos de Orellana

Red criminal (según la Procuradoría)
Otro personaje clave en el entorno de Orellana es Wilmer Arrieta Vega, considerado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presunto testaferro de Orellana y denunciado por ayudarlo a usurpar los terrenos de la otrora Feria del Hogar, en San Miguel, y del coliseo de toros Sol y Sombra, en La Victoria. Sobre él pesan siete procesos en el Poder Judicial, dos de los cuales agrupan hasta cinco denuncias, y en su mayoría siguen en trámite desde el 2010.

Hernán Villacrez, quien recibió y giró dinero a Orellana y a un vinculado al narcotráfico,  seis de siete denuncias fueron archivadas.

Orellana dice que es inocente de las acusaciones que se le imputan. “Solo he obrado dentro de los cauces legales que mi profesión y experiencia como empresario especializado en la compra de bienes litigiosos me ha permitido”. Lo cual es cierto, nuestras leyes PERMITEN enriquecerse a costa del Estado no sólo a Orellana Rengifo,  sino,  a todo aquel que labore o comercialice con el Estado.

 "Mi actividad es comprar bienes litigiosos. O sea comprar problemas legales. Para mí es una oportunidad de negocios. Compro esos problemas y los convierto en una opción rentable. Cuando paso por ese proceso me van a caer juicios y denuncias porque es lo normal".

El empresario Rodolfo Orellana Rengifo, acusado de liderar una organización criminal dedicada al tráfico de terrenos y al lavado de activos, afirmó hoy que la creación de una comisión especial en el Congreso para investigarlo es consecuencia de "una persecución política" liderada por el parlamentario Víctor Andrés García Belaunde. 

"(García Belaunde) ha utilizado todo su poder político, toda su influencia política, para sacar adelante una comisión investigadora contra su enemigo. ¿Qué quiere decir esto? Que a partir de ahora no podemos tener juicios contra congresistas porque van a usar todo su poder", señaló el empresario en diálogo con RPP.
"Esta es una persecución política contra un empresario común", agregó Orellana. No obstante, indicó que se someterá a todas las investigaciones que realice esta comisión especial. Aseguró que desde hace cinco años la fiscalía lo vienen investigando y no le han encontrado nada. "Por ejemplo, en lavado de activos tengo dos investigaciones que fueron archivadas", declaró.

Respecto a las querellas que entabló contra los periodistas que lo investiguen y denuncian, el empresario señaló que "fue un grave error pelearme con el periodismo". "No debí pelearme con el periodismo porque siempre ellos van a tener la ventaja de decir las cosas a su manera", dijo.  

“Hoy en día el lavado de activo se ha convertido en un completo  desastre, si a Ud. no lo pueden sentenciar en un juicio, si no lo pueden vencer  en un litigio simplemente lo denuncian por lavado de activos y tiene Ud. que probar de dónde salieron sus ingresos”

Sobre las amenazas de muerte que denunció el congresista García Belaunde que recibía, Orellana dijo que "la única amenaza que puedo hacer es la de un juicio, que es lo que conozco y sé hacer".

Orellana, asimismo, negó ser amigo del fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia, con quien se le ha vinculado. Cabe recordar que Ramos reconoció que se reunió una vez con el abogado.


Otros casos en el accionar de Orellana

También la cooperativa de ex trabajadores civiles de la Marina de Guerra del Perú (Coopemar) y los ex trabajadores de la Compañía Peruana de Teléfonos habrían sufrido el accionar de Orellana Rengifo.
Según denunció el programa televisivo  “Cuarto poder”, el espacio recreacional que tienen los miembros Coopemar en el distrito de Ventanilla, de 32 mil metros cuadrados y que alberga a 1.500 familias, habría pasado a manos a la red de Orellana. Ellos se enteraron recién  de esta estafa cuando el predio fue cerrado por las autoridades. 

Clara García, presidenta de la junta de Coopemar, contó que esto sucedió porque su cooperativa estaba en proceso de liquidación luego de que “le crearan” una deuda de US$800 mil con una empresa constructora llamada Ungaro. Cuando fue al Poder Judicial a preguntar qué pasaba, grande fue su sorpresa al enterarse de que el Cuarto Juzgado Civil del Callao le había dado facultades concursales a las liquidadoras Delta y Consorcio Gerencial S.A.C. para que se lleve a cabo este irregular proceso. Luis Ángel Solimano, abogado de Coopemar, señaló que todo esto sucedió a espaldas de ellos.

Este predio, tiempo después, fue rematado en US$300 mil a unos ciudadanos chinos, cuando el valor real en el mercado de este terreno bordearía el millón 400 mil dólares. A través de recursos judiciales, Coopemar logró retirar a la firma Consorcio General S.A.C. del proceso. Empero, en su reemplazo ha entrado la liquidadora Nadal. Clara García contó que a la fecha no saben si su cooperativa aún mantiene esa deuda ficticia, pues Consorcio General S.A.C. se fue sin haber emitido informe alguno.

MÁS DEUDAS CREADAS

Un caso similar pasa en el espacio recreativo que tienen los ex trabajadores de la Compañía Peruana de Teléfonos en Santa Clara, conocido como Cervatel. Este terreno, según denunciaron sus asociados, fue vendido a terceros vinculados al empresario Orellana dentro de un proceso de liquidación presuntamente fraudulento. 

Raquel Delgado, dirigente de la cooperativa, contó que “les crearon” una deuda de un millón de dólares por haber comprado, supuestamente, un terreno en el distrito de Asia en el 2003. Años después, entraron a un proceso de liquidación en el que también participaron las liquidadoras Delta y Consorcio Gerencial S.A.C. Al igual que con Coopemar, cuando se enteraron del caso ya todo estaba hecho. “Nuestra propiedad ha terminado en manos del señor Orellana”, afirmó Delgado.

El predio fue comprado por Pedro Landa Niada, presunto testaferro de Orellana, quien habría vendido después este bien a unos desconocidos. Landa intenta apropiarse desde abril de este año un terreno de 29 mil metros cuadrados que le pertenece a la Municipalidad de San Borja. Esto también a través de un presunto fraudulento arbitraje.


INFORME DE LA UIF

En una investigación que realizó la Unidad de Inteligencia Financiera de la SBS en el 2012 sobre la presunta red delictiva de Rodolfo Orellana, se menciona a la empresa Delta Liquidadores y Consultores S.A.C., la cual estaría involucrada en el despojo de los socios de la cooperativa Coopemar.

Según el informe, Hernán Villacrez Torres, socio de Orellana, cobraba sumas de dinero de esta liquidadora. Además, la UIF indica que Villacrez estaría involucrado en el presunto delito de tráfico ilícito de drogas por haber realizado diferentes depósitos en las cuentas de Roger Poémape, quien es investigado por el mencionado delito, asimismo recibió dinero Ray Larco Linares, vinculado financieramente a empresas madereras acusadas de lavado de activos. 

Según la UIF, tanto Orellana como Villacrez y otros, habrían utilizado el sistema financiero para ingresar fondos ilícitos por más de US$2 millones los cuales fueron retirados en efectivo. 

El programa “Cuarto poder” se comunicó con el empresario Orellana y le consultó acerca de su responsabilidad en las denuncias de estas dos cooperativas. Orellana afirmó que no conoce a las empresas liquidadoras Delta y Consorcio Gerencial S.A.C. Sin embargo, señaló que sí conoce al representante de la liquidadora Nadal, vinculada al caso de Coopemar, Nadal Arturo Rueda Manrique.

Orellana precisó que su relación con Rueda Manrique es únicamente amical. Agregó que si los ex trabajadores de la Marina de Guerra del Perú y de la Compañía Peruana de Teléfonos no lo denunciaron es porque no tienen pruebas contra él.



Hasta el momento, Rodolfo Orellana continúa prófugo, pero ya ha sido capturado su abogado, el coronel en retiro de la Policía Benedicto Jiménez.

Recordemos que Benedicto Jiménez fue uno de los miembros del Grupo Especial de Inteligencia de la Policía (GEIN), responsables de la hazaña de la captura de Abimael Guzmán y candidato a la alcaldía de Lima en el 2006 representando al Apra, bajo el apelativo del “El Sheriff”.

Efectivamente, el general PNP (r) Antonio Ketín Vidal Herrera, quien, el día de la detención, el 12 de septiembre de 1992, era el jefe de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dincote), y bajo sus órdenes operaba el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), que dirigió el coronel PNP (r) Benedicto Jiménez Bacca.

Manifestó que, el no haber sabido con anticipación de la llamada "Captura del Siglo" molestó mucho a Fujimori y Montesinos.

Uno de los detalles que más les mortificaron fue que la cadena estadounidense CNN difundiera el famoso video del arresto, en el que se observa a Guzmán frente a Vidal minutos después de los agentes del GEIN. Vidal llegó junto con Benedicto Jiménez, pero este último prefirió no aparecer por razones de seguridad.

"Fujimori me llamó a Palacio de Gobierno al día siguiente de la captura, el domingo 13 de septiembre, en la noche", recuerda Vidal. Le expliqué el proceso de búsqueda, ubicación y captura de Abimael Guzmán, que se hizo de una manera muy reservada y secreta. Ni el presidente Fujimori, ni los ministros y tampoco el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) lo sabían. Fue así por razones de seguridad. Eso fue lo que le dije a Fujimori. No informamos nada porque se trataba de un operativo de vida o muerte. No podíamos fallar. Una filtración podía echar a perder todo. Fujimori solo movía la cabeza, pero se le  notaba molesto", relató el general Vidal.

SIN PROTAGONISMO

"Tres días después de la captura, Fujimori me llamó por teléfono y me preguntó si se había filmado la captura de Guzmán. Le dije que sí. “Usted no me ha dado cuenta de eso”, me dijo. Yo le respondí que no lo hice porque me pareció que no era importante. “¿Quién tiene el video?”, me interrogó. “Lo dejé bajo responsabilidad de Benedicto Jiménez”, fue mi respuesta.

“Envíemelo inmediatamente”, me instruyó. Llamé a Benedicto Jiménez y le mandamos una copia y no el original. Dos horas después, me llamó otra vez Fujimori. “Avísele a Benedicto Jiménez que lo estoy pasando al retiro. ¡Cómo es posible que se haya filtrado el video!”, reclamó enfurecido el presidente. El video había salido en CNN", relató el general Vidal.

CNN acababa de difundir a todo el mundo el video que grabaron los agentes del GEIN sobre el momento de la detención de Abimael Guzmán.  

Fujimori y Montesinos estallaron. No perdonarían jamás al general Ketín Vidal por no haberles informado nada sobre la "Operación Victoria". Las represalias las extendió a todo el GEIN.

"En ese video se me escucha decirle a Guzmán: “Yo soy el general Antonio Ketín Vidal, jefe de la Dincote, y le comunico que está usted detenido”. Y luego añadí: “Usted que es dialéctico sabe que en la vida se gana o se pierde, y hay que saber perder. Usted ha perdido”. “Sí, he perdido, lo felicito”, replicó Guzmán. A continuación, me dijo: “Pueden haberme detenido, pueden matar a las personas, pero lo que el pueblo lleva aquí (y se golpea la sien con el dedo índice), eso nadie se lo va a quitar”.


En enero de 1991, los mayores Benedicto Jiménez y Marco Miyashiro fueron los dos únicos oficiales fundadores del GEIN en ascender al grado inmediato superior, mientras que el resto fue dispersado.

Después de la captura, en 1994, Benedicto Jiménez pasó al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) bajo el ala de Montesinos como director de un nuevo ‘Departamento de Pacificación’, y en 1995 fue nombrado agregado policial de la Embajada del Perú en Panamá.

Allá logró convencer a varios que había sido exiliado, sin que el exilio fuera dorado o que alguna vinculación tuviera con una trastienda de salida de Montesinos.

El embajador peruano en dicho país era Alfredo Ross Antezana, pareja de Lupe Zevallos, hermana del fundador de AeroContinente, Fernando Zevallos, el ‘Lunarejo’ (hoy preso por narcotráfico).
A fines de 2000, cuando cayó el régimen de Alberto Fujimori, el nombramiento de Ross quedó sin efecto y regresó a Lima. Lo mismo hizo Benedicto Jiménez.

LA DELACIÓN

El 19 de noviembre de 2004, la Dirección Antidrogas (Dirandro) capturó a Zevallos en Chosica y requisó su laptop.

Fue así como se descubrió un correo electrónico enviado por Jiménez a Ross en el que le revelaba la identidad de los policías peruanos asignados a operaciones de la DEA que investigaban a Zevallos.
Éste utilizó esa información para perseguir y denunciar a los efectivos.
Ese correo estaba fechado el 12 de febrero de 2003, cuando Jiménez era subjefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote).

En el e-mail, Jiménez facilita a Ross la hoja de vida personal de los suboficiales de la Policía Pedro Casas Pereyra y Wilberto Aguilar Huamán, a quienes la DEA había designado para investigar el historial y el movimiento delictivo de Zevallos desde que este empezó a operar en los 80.
La información proporcionada en ese correo contenía el nombre de padres, hijos y esposas de ambos policías, así como las direcciones y teléfonos de sus casas y los lugares donde habían prestado servicios. También sus fotos.

Al día siguiente del envío del correo –jueves 13 de febrero, a las 10:41 de la mañana– Ross reenvió la información proporcionada por Jiménez a su pareja y a Zevallos.

Aunque parezca mentira, ese correo no se hizo público hasta 2007.

Jiménez, ya retirado, recibió una sanción leve: fue separado de la jefatura del INPE en lugar de purgar cárcel por esta grave infidencia.

El riesgo que corrieron los policías comprometidos fue grande.

En noviembre de 2006, el narcotraficante Jorge Chávez Montoya ‘Polaco’ declaró a El Comercio que Zevallos le encargó eliminar a los dos agentes delatados por Jiménez.

“En la ciudad de Pucallpa, Fernando Zevallos denunció a los policías Pedro Casas y Wilberto Aguilar. Todo fue un invento para meterlos presos y allá, en prisión, matarlos”, afirmó ‘Polaco’.


Escándalo Orellana Vs escándalo Urresti

Rodolfo Orellana Rengifo, ha sido catalogado como “el mafioso más grande del Perú” por el flamante ministro del Interior, Daniel Urresti, quien recordó que el empresario inmobiliario ya era comparado con Pablo Escobar y ‘El Padrino’. Sin embargo, el ministro del Interior, Daniel Urresti, está ACTUALMENTE  procesado por un delito de lesa humanidad  emblemático: nada menos que el asesinato del periodista Hugo Bustíos, de Caretas, en 1988.

El general (r) Daniel Urresti Elera, quien hasta hace pocos días se desempeñó como alto comisionado para la formalización de la minería y la interdicción de la minería ilegal erradicada por él a punta de balacera, dinamitazos y bombardeos para volar dragas y carrancheras en Madre de Dios, cuenta con  varios muertos en su haber.  Actualmente,  es Ministro del Interior y  al parecer, el uso de explosivos no es nuevo para Urresti Elera.


El 24 de noviembre de 1988 el periodista Hugo Bustíos Saavedra, corresponsal en Ayacucho de la revista Caretas, en compañía de su colega Eduardo Rojas Arce, corresponsal de la Revista Actualidad, fueron atacados con disparos de fusil por militares. Bustíos fue, además de baleado, asesinado con una granada que hicieron estallar en su tórax para darle muerte , mientras que Rojas Arce logró huir mal herido.

Los periodistas se estaban dirigiendo al pago de Quinrapa (cercanías de Huanta – Ayacucho) para cubrir la noticia del asesinato de  Primitiva Jorge Sulca y su hijo Gregorio, según versiones militares asesinados por  Sendero Luminoso, pero que los periodistas y la revista Caretas  sospechaban que habían sido ejecutados por un comando militar. Los dos llegaron a las cercanías de Erapata y buscaron la casa donde había vivido Primitiva, pero la encontraron ocupada por una patrulla del ejército, que no les permitió el ingreso; porque debían de contar con un permiso  del Comandante EP La Vera Hernández (a) “Javier Landa Dupont”, quien debía autorizarlos.

Decidieron entonces dirigirse a la base militar de Castropampa en Huanta, para solicitar la autorización para llevar adelante su trabajo periodístico.

En el camino, Bustíos y Rojas se encontraron con policías de civil de la entonces llamada Policía de Investigaciones del Perú (PIP) que se dirigían precisamente al hogar de Primitiva Jorge. Los policías invitaron a los periodistas a acompañarlos, pero los militares les negaron por segunda vez el ingreso a la casa.

Ante la negativa, los periodistas decidieron no demorar más y realizar el trámite directamente ante la autoridad militar de Castropampa, donde finalmente les dieron el permiso. En la gestión de Castropampa, los periodistas estuvieron acompañados por Margarita Patiño, esposa de Bustíos. En esa localidad, el teniente coronel “Javier Landa Dupont”  (La Vera Hernández)  y Bustíos sostuvieron una conversación privada que demoró entre diez y veinte minutos, durante la cual el militar jefe del destacamento, preguntó al periodista si conocía al líder senderista “Sabino”, quien había sido capturado días antes y querían conocer quiénes eran sus contactos.

La viuda de Bustíos  que los acompañó a él y a Rojas a hacer esa diligencia, declaró a Caretas:

Hugo me dice "nos han interceptado los del Ejército y han dicho que no podíamos pasar si no tenemos un permiso. He llamado al comandante Javier Landa (La Vera Hernández) quien me indicó que vaya porque quiere conversar conmigo". Hugo me pidió ir, al igual que a Eduardo Rojas. Al llegar al cuartel de Castropampa nos identificamos, apuntaron nuestros nombres en el registro. Al salir el comandante nos saludó a todos muy respetuosamente.

En una de las declaraciones que Caretas tomó mientras era trasladado a Lima para salvaguarda de su vida, Rojas menciona que Bustíos había dicho a La Vera Hernández, sonriendo:

– Queremos pedirle permiso para poder cumplir con nuestra labor informativa.

El comandante lo había tomado del brazo, apartándolo del grupo. El detalle lo menciona Margarita Patiño:

– Luego se lo llevó a Hugo a un lado y le preguntó si podía ir. El comandante le dijo que sí y que iba a llamar por radio. Cuando estuvimos en la moto Hugo me dijo que el comandante le había dicho: "ay, eres pendejo. Has venido bien resguardado. ¿Para qué has traído a tu esposa y a Eduardo Rojas? Hugo le dijo que había venido a cobrar una deuda que tenía por aquí y de pasadita me había llevado. Yo le dije que era un zonzo. Le hubiese respondido al comandante que soy una esposa muy espesa y que nunca dejo solo a mi marido. Hugo me dice que puedo ir tranquila, pero yo le respondí que mejor no vaya. Hugo me respondió que no me preocupara, que el comandante le preguntó si conocía al camarada Sabino, a quien habían capturado con planos. Yo le dije que era un pendejo el comandante. De seguro pensará que estás metido allí, quizá porque eres intelectual, y nos reímos. Luego Hugo me dice: "no te preocupes chinita, prepara el caldo y el escabeche y si en media hora no regreso, vas a recogerme" yo le contesté: "anda huaco, estás pensando en morirte y no tengo plata para enterrarte". A las 12:30 del día viene un señor desconocido, quien estaba desesperado, y me dice que a Hugo le han matado.

Luego la esposa de Bustíos se quedó en Huanta. Los periodistas se dirigieron a bordo de una motocicleta que piloteaba Bustíos a la localidad de Erapata. Cuando llegaron a unos 300 metros de su destino, se encontraron con policías de la entonces denominada Guardia Civil.

Los periodistas siguieron su camino. Como iban en descenso por una pronunciada pendiente, Bustíos apagó el motor de la motocicleta, de modo que estaban rodeados de silencio. Entonces, sin aviso alguno, cuatro individuos con las caras cubiertas por pañuelos, que surgieron de entre unos matorrales al borde del camino y desde una casa abandonada, comenzaron a disparar contra Bustíos y Rojas.

 Atacados por dos flancos

Los dos gritaron que eran periodistas, pero los atacantes no cesaron de disparar. Simultáneamente otro grupo ubicado al otro lado de la carretera, abrió fuego contra ellos. Bustíos cayó de la motocicleta, y según una investigación de Right Human Wacht y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, herido de muerte, tuvo aún la entereza de gritar a su colega ¡Corre, cojudo! ¡Estos no son senderistas!

Rojas emprendió la fuga en sentido contrario al que llevaban y fue alcanzado por un balazo en el muslo, otro en el brazo derecho y un tercero le rozó el lado izquierdo del abdomen. No se detuvo hasta llegar a la casa de Primitiva Jorge Sulca, donde permanecía la patrulla militar. Mientras corría, Rojas volvió la cabeza y pudo ver cómo uno de los atacantes detonaba una granada sobre el cuerpo de Bustíos.

Una hora después del crimen, Edwin Bustíos, hermano de la víctima, supo que los culpables eran efectivos del Ejército. "Alejandro Ortiz, un campesino que nos conocía, llegó a la casa para avisarnos. Él nos dijo que los militares le dispararon y lo remataron con una granada", relató. Al enterarse, la esposa del periodista, Margarita Patiño, se dirigió de inmediato al Cuartel de Castropampa para recriminar al jefe del Comando Político Militar, a quien conocía por ser muy amigo de la familia a quien sus hijos llamaban “tío Javier” porque se hacía llamar "Javier Landa Dupont" pero cuyo verdadero nombre es Víctor La Vera Hernández.
"Lo agarré, lo sacudí fuerte y le tiré una cachetada y le dije: 'Eso no se hace con los amigos'. Increíblemente me respondió: 'Si es mi gente te juro y te prometo que van a tener su castigo'. Olía a cigarro y a trago. Cómo los iba a castigar si él dio la orden", aseguró Edwin Bustíos.


De izquierda a derecha
La Vera Hernández (a) Javier Landa Dupont
y Amador Vidal Sanbento (a)  Ojos de gato
Pero recordemos un momento que la base de Castropampa –donde sirvieron La Vera Hernández (a) “Javier Landa Dupont”, Amador Vidal Sanbento (a) “ojos de gato” y Urresti (a) “Capitán Arturo”– había sido el estadio municipal de Huanta. Allí se habían acantonado las tropas de la Infantería de Marina bajo el mando de Álvaro Artaza Adrianzén, más conocido como el “comandante Camión”

Artaza fue responsable de la muerte de seis misioneros evangélicos. El caso fue investigado por el periodista Jaime Ayala Sulca, corresponsal de La República, que entró al estadio de Huanta a sentar una denuncia por el allanamiento de su casa, pero nunca salió. La desaparición motivó la investigación del Fiscal de la Nación, Álvaro Rey de Castro, y días después del peritaje se vendría a descubrir la horrenda fosa de Pucayacu: 49 hombres y una mujer inhumados.

Artaza (a) “comandante camión” es  acusado de haber ordenado la detención el 2 de agosto de 1984 y el posterior asesinato del joven periodista Jaime Ayala Sulca, corresponsal del diario La República en Huanta, Ayacucho. Jaime Ayala Sulca tenía 22 años cuando "Camión" ordenó torturarlo. Lo mataron a golpes y su cuerpo fue seccionado antes de ser enterrado en el estadio de Huanta. Artaza fue jefe político-militar de las provincias de Huanta y La Mar, entre junio y setiembre de 1984.

Tiempo después, la Marina de Guerra del Perú declaró la muerte del capitán mencionado en 1986 a causa de un secuestro, que sucedió “justamente” 8 días después que la acusación se iba a ventilar en el fuero común; sin embargo la Organización No Gubernamental National Security Access da fe de que la institución Naval manipuló el secuestro para proteger a Artaza y así evitar que desacrediten la institución.

Hay un informe del Diario La República (el 16 de Agosto del 2003), en el cual revelan que el “Comandante Camión arribó al Perú”, con documentación falsa, desde Estados Unidos.

Álvaro Artaza Adrianzén (a) "comandante camión"
Todos habían sido detenidos y desaparecidos por la tropa que comandaba Artaza. Entre los reportajes de Caretas entre finales de 1988 y principios de 1989 aparece una de las pocas fotos que se tienen del comandante Camión. La imagen, que en vida nunca llegó a publicar, la había tomado Hugo Bustíos, y fue publicada post mortem por Caretas, el 5 de diciembre de 1988.

Muchos de los testigos y sobrevivientes de la muerte de Bustíos afirman que las fuerzas armadas se la tenían jurada.


Amador Vidal Sambento (a) "Ojos de Gato"  (condenado a 15 años por este asesinato) señaló que Urresti, alias "Arturo", comandó el grupo de militares que emboscaron y dispararon contra los periodistas.

"Cuando los periodistas llegaron donde se encontraba el jefe de Inteligencia Daniel Urresti Elera, el sargento primero reenganchado Johnny Zapata Acuña, alias "Centurión", y las otras dos personas, éstos comenzaron a disparar", dice su declaración.

Edgardo Nicolás Montoya (oficial de logística de la base en la que estaba Urresti) quién asegura haberle dado una camioneta a Urresti  a pocas horas del asesinato, Pedro Mujica León destacado en Huanta en 1988, fue otro que  lo identificó como el capitán “Arturo” cuando le mostraron su ficha del RENIEC.  La esposa de Bustíos y Abilio Arroyo (periodista de Caretas que trabajó mucho tiempo en Ayacucho, dio  a conocer que sus fuentes le informaban que Urresti estaba involucrado).

El minsitro del Interior Urresti Elera, refirió que las imputaciones en contra suya vienen del sentenciado capitán EP Amador A. Vidal Sambento conocido como "Ojos de Gato", condenado a 15 años de prisión. Según el ministro, este oficial fue quien lo incluyó en el proceso en su tercer año de cárcel, asegurando ante el juez que el entonces capitán EP Daniel Urresti formó parte del grupo que emboscó y disparó contra el periodista Bustíos.

Urresti manifestó que el entonces comandante EP Víctor Fernando La Vera Henríquez “coincidentemente”,  a los días de haber juramentado Urresti  (tal vez esperando algún tipo de ayuda)fue  postulante a la SEDENA dependencia  de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).  En ese entonces,  La Vera Hernández, era jefe de la base militar de Castropampa, y  refutó a Vidal Sambento (a) "Ojos de Gato", diciendo: "Este señor está loco, lo que está buscando es que revisen su caso".

El principal testigo, Amador A. Vidal Sambento (a) "Ojos de Gato", era en 1988 capitán EP en el Batallón Contrasubversivo N°. 51. Vidal Sambento, según el expediente N° 01145-2013-0-0501-JR-PE, sindicó a Jhony José Acuña Zapata, alias "Centurión", como el directo participante en el asesinato del periodista Bustíos "juntamente con el capitán EP jefe de la Sección de Inteligencia S-2 Daniel Urresti Elera, alias 'Arturo'. Esta disposición fue hecha por el jefe de base Víctor Fernando La Vera Hernández..."

En el mismo documento figura el testimonio de Edgardo Montoya Contreras, adjunto del oficial de logística de la base militar, quien refiere que el 24 de noviembre de 1988, poco antes del asesinato de Bustíos, el capitán Urresti y un grupo de militares salió del cuartel en una camioneta, entre ellos "Centurión". El personal regresó al cuartel cerca del mediodía. Cabe recordar que en su descargo ante el juez, Urresti asegura que ese día no salió de la base militar.

Abilio Arroyo, periodista de Caretas, señaló que después de la sentencia contra dos oficiales EP por la muerte de Bustíos "recibió información de algunos oficiales que laboraron en el cuartel de Castropampa, quienes no aceptan que se revele su identidad, siendo uno de ellos (el teniente EP) Edgardo Montoya. Este le habría revelado que Daniel Urresti y "Centurión" participaron en el ataque de su colega Hugo Bustíos y Eduardo Rojas Arce.

Según el ministro Urresti, el teniente Montoya lo odiaba a muerte porque en aquel entonces él hizo un informe acusatorio contra Montoya por el robo de autopartes de los vehículos militares. Esto motivó que el cuartel no le renovara el contrato como proveedor de autopartes.

Carlos Tapia
Empero, el sociólogo Carlos Tapia, en una entrevista al diario La Primera, aseguró que es imposible que el actual ministro del Interior, quien en ese entonces era jefe de la Sección de Inteligencia S-2 en Ayacucho, no haya participado o al menos tenido conocimiento del asesinato de Bustios.

"¿Quién era el que le decía al jefe del batallón a quién se debía eliminar? ¿El de asuntos civiles? ¿El de logística? ¿El de personal? Claro que es el de Inteligencia. Si no sería un redomado imbécil. Lo botarían. No es cierto que el de Inteligencia se preocupe en ver el robo de las autopartes de los camiones del Ejército. La función de Inteligencia no es esa. Por lo tanto, las declaraciones que hace el señor Urresti (cuando habla de su desempeño como oficial de contrainteligencia) son para confundir a la gente.", afirmó Tapia.


Y es que para llegar a la denuncia fiscal, la justicia ha tenido que superar numerosos obstáculos. Primero el fuero militar declaró inocentes a los presuntos responsables, y en 1993, una sala de la Corte Suprema, integrada por vocales sumisos al dictador Alberto Fujimori, decidió archivar el caso. En 1997 la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ante la que fue denunciado el asesinato, declaró que el Estado peruano era responsable de aquel homicidio. En enero de 2007, la cuarta fiscalía superior penal hizo la denuncia penal formal contra Sanbento, líder del ataque a balazos contra Bustíos, y lo acusó del asesinato.


Tribunal castrense encubrió a criminales


El Consejo Supremo de Justicia Militar (CSJM) desestimó todos los testimonios de los testigos que identificaron a los efectivos que participaron en el asesinato del periodista Hugo Bustíos Saavedra. Sólo creyó en la versión de los criminales, absolviéndolos en función a la declaración de inocencia que hizo cada uno.

Amador Sanbento (a) "ojos de gato" sin bigote
¡¡Qué cambiazo!!

Es más, el capitán Víctor La Vera Hernández (que llegó a ascender hasta el grado de comandante no obstante su implicancia en el salvaje asesinato) afirmó que los autores del atentado fueron senderistas. Y dijo de su cómplice, el capitán Amador Vidal Sambento (a) “ojos de gato”, no estuvo en Erapata porque tenía una herida de bala en una pierna, y que no le decían "Ojo de Gato", a pesar de que es obvio el sobrenombre por los ojos verdes que tiene. Aseveró que en su lugar estuvo el capitán Luis Guerrero Cava. Vidal Sambento confirmó esa declaración, asegurando que no sabía nada más de los hechos. Bastó con dichas declaraciones para que el tribunal militar los absolviera.

Ahora, “ojos de gato” después que le redujeran la pena mediante beneficios penitenciarios que no le correspondían por haber sido autor de un crimen de lesa humanidad,  enseña cursos de “Realidad regional y Global” en la Universidad Tecnológica del Perú de Arequipa ¡Qué les parece!



Efectivamente, en octubre del 2007 la Sala Penal Nacional condenó al Coronel EP Víctor Fernando La Vera Hernández (a) “Javier Landa Dupont” y al Teniente Coronel EP Amador Armando Vidal Sambento (a) “ojos de gato” a 17 y 15 años de pena privativa de libertad y fueron confinados en un penal castrense.. Sin embargo estos asesinos gracias a los beneficios de nuestra “justicia” para corruptos, asesinos e inmorales,  en el 2011 lograron la excarcelación y sin pagar la reparación civil de 50 mil soles YA SE ENCUENTRAN LIBRES.

El Ministerio Público logró recopilar elementos probatorios para iniciar un proceso a nivel del Poder Judicial, desde junio del 2013, el actual Ministro del Interior, Daniel Urresti Elera, está también procesado judicialmente por este caso

Ideeleradio ha dado a conocer el contenido del expediente 01145-2013-0-0501-JR-PE-02 de junio del 2013 en el que se comprende a Urresti Elera como imputado del supuesto delito contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de asesinato. El expediente ha sido elevado a la Sala Penal para que se evalúe la posibilidad de iniciar un juicio oral o archivar el caso. 

“Se ha logrado acopiar los elementos probatorios que acreditan la participación de Daniel Belizario Urresti Elera, en su calidad de S-2 Inteligencia de la Base Contrasubversiva de Castropampa de la provincia de Huanta, el 24 de noviembre de 1988, y como tal uno de los presuntos responsables del asesinato del periodista Hugo Bustíos Saavedra y de la tentativa de asesinato del periodista Eduardo Yeni Rojas Arce”, reseña el documento.

El expediente 01145-2013-0-0501-JR-PE-02 de junio del 2013 señala la participación del actual ministro, entonces conocido como “Arturo“:

“[Los miembros del Ejército Peruano de la Base Militar de Castropampa estaban] al mando del oficial EP Daniel Belizario Urresti Elera, conocido con el apelativo de ‘Arturo’, con la participación del Sargento Johny José Zapata Acuña, conocido con el apelativo de ‘Centurión’ y otros miembros del Ejército no identificados, quienes se encontraban apostados en una vivienda abandonada cerca de la carretera, quienes dispararon contra la moto que conducía Hugo Bustíos Saavedra, siendo alcanzado por los proyectiles de arma de fuego”, precisa.

Líneas más abajo se menciona que Bustíos Saavedra quedó malherido y que su colega Eduardo Arce corrió, logrando salvarse, “para luego los atacantes poner una carga explosiva en el cuerpo herido del periodista Bustíos Saavedra, quien murió a consecuencia de dicho ataque.

El asesinato de Hugo Bustíos es uno de los casos emblemáticos de la época violenta de nuestro país. El motivo del asesinato no es una  simple fotografía,  Bustíos,  quien trabajaba para Caretas en aquel entonces, había tomado y conservaba fotografías comprometedoras de varios miembros del Ejército asentados en Huanta; entre ellos al comandante EP Víctor La Vera (a) “Javier Landa Dupont” , entonces acusado de la desaparición de 60 personas. El ex fiscal superior de Ayacucho, Carlos Enrique Escobar le mostró la foto al comandante y le dijo que se la había tomado Bustíos.

Escobar sostiene que en esos tiempos era difícil obtener fotos de los mandos militares que operaban en la zona y por ello recurría a la colaboración de algunos hombres de prensa. “Eso era importante para nuestras investigaciones. Servía para que las víctimas pudieran reconocer e identificar a los autores de los excesos militares”, sostuvo Escobar. Bustíos era corresponsal de CARETAS y presidente de la Asociación Nacional de Periodistas en Huanta.

El caso fue llevado ante la Comisión de la Verdad. Aquí pueden leer el testimonio de su viuda en un audiencia pública en Huanta. En el 2007, la Sala Penal Nacional condenó a 17  años al comandante La Vera (a) Javier Landa Dupont. El otro sentenciado, a 15 años, fue el capitán Amador Vidal Sanbento (a) “ojos de gato”. Sin embargo, como dice ideeleradio, “el tribunal que dictó la pena, en su momento, pidió remitir copias certificadas para que se determine la presunta responsabilidad de otras personas“.


Alejandro Ortiz Serna testigo asesinado

Un mes después del crimen, el campesino Alejandro Ortiz Serna declaró haber sido testigo de los hechos. Manifestó haber reconocido entre los ejecutores a un militar conocido con el apelativo de "Ojo de Gato" posteriormente sería encontrado asesinado en su chacra con un disparo en la cabeza.

Posteriormente, otro testigo identificó al mismo oficial y añadió como cómplice a un efectivo conocido con el apelativo de "Centurión". Ambos fueron identificados como el entonces capitán Amador Vidal Sambento y el sargento Johnny Zapata Acuña, respectivamente. Sin embargo, el último testigo nunca fue incluido en el proceso.

En la sentencia se consigna la declaración de Alejandro Ortíz Serna: "(Ortiz) observó a los periodistas Hugo Bustíos y Eduardo Rojas quienes a bordo de una moto venían por la carretera con dirección de Huanta a Erapata, en ese momento escuchó tres disparos y pudo ver que a Bustíos le disparaba un hombre (...) con una metralleta corta, identificándolo como uno de los oficiales del Ejército de la Base de Castropampa, a quien conocen con el apelativo de “Ojos de Gato”. Luego observó que el mismo oficial arrojaba una granada sobre el cuerpo de Bustíos, artefacto que hizo explosión". El objetivo era matarlo y desaparecer su cuerpo.

También reconoció a "Ojos de Gato" el periodista Eduardo Rojas Arce, quien logró escapar herido de tres balazos. En el fallo, se lee su testimonio: "(Rojas) reconoce mediante una fotografía que tuvo a la vista al capitán Amador Vidal Sanbento “ojos de gato” como la persona que participó en el asesinato de su colega Hugo Bustíos en el caserío de Erapata. (...) Mientras huía para salvar su vida logró ver que el acusado Vidal Sanbento se acercó al cuerpo de su colega y colocó algo debajo".

Durante el juicio la revista Caretas aportó un documento  excepcional: una fotografía de La Vera y Vidal tomada al día siguiente del asesinato de Hugo Bustíos vestidos con el uniforme del Ejército. La imagen echaba por tierra la defensa de La Vera, quien alegaba que no estaba allí porque se encontraba en el Hospital Militar  recuperándose de una herida.

La sentencia también establece que el móvil de los militares homicidas fue que supuestamente Hugo Bustíos era un "colaborador" senderista; pero en realidad, el reportero investigaba el crimen de Primitiva Jorge Ayala y su hijo Guillermo Sulca Jorge, aparentemente a manos de militares. El Ejército le había dicho que los terroristas los ejecutaron por "soplones". El reportero dudaba de la versión oficial. Hubieron otros testigos.


El malnacido Víctor La Vera Hernández

El fallo sobre la responsabilidad del ex jefe del cuartel de Castropampa, en Huanta, comandante Víctor La Vera Hernández, indica: “Se ha determinado que se hacía llamar “Javier Landa Dupont” (…), habiendo tenido amistad cercana con el agraviado Hugo Bustíos, al punto que los hijos de este lo llamaban ‘Tío Javier’. (…) El acusado La Vera conocía el rumbo que seguirían los periodistas (Bustíos y Rojas) porque personalmente le pidieron permiso para cubrir la noticia de la muerte de Primitiva Jorge Ayala y su hijo Guillermo Sulca Jorge. No podía un grupo de miembros del Ejército a su mando actuar sin su previa autorización”.

Pero ahora el ex comandante del Ejército  Víctor la Vera Hernández, condenado por haber ordenado el asesinato del  periodista Hugo Bustíos, sólo por haberle tomado una foto y permitir que las víctimas de sus crímenes lo identificaran, no tuvo mejor idea que postular a la Secretaría de Seguridad y Defensa Nacional (Sedena), órgano adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). O quizá no fue solo su idea, pues resulta que si bien este proceso de selección se inició del 16 al 20 de junio, la presentación del currículo documentado se dio a partir del 23 al 25 del mismo mes.

La Vera Hernández (a) Javier Landa Dupont
con bigote y mostrando un nuevo look
Es decir, La Vera Hernández presentó su hoja de vida cuando Daniel Urresti ya había juramentado como ministro del Interior, el pasado 23 de junio.

No obstante, después de revelado el hecho, Sedena emitió un comunicado en que sostiene que La Vera fue sacado del proceso tras detectarse que presentó documentación falsa en su declaración jurada con relación a sus antecedentes penales.

Lo curioso es que lo detectaron recién 10 días después de haber sido recibida la documentación y ante la revelación del hecho ante la opinión pública, sin contar que estaba a tan solo tres días de pasar a la entrevista personal, el último peldaño para poder ingresar como especialista en doctrina de Seguridad y Defensa.

¿Coincidencia?

¿Reencuentro? del ex capitán carlos y el ex capitán Arturo
Para el abogado del Instituto de Defensa Legal Carlos Rivera en política no existen casualidades. En esa línea cuestionó el proceder el gobierno y del presidente Humala en este caso.

“Se trata de un gobierno que actúa de manera encubridora, que intenta absolver a un procesado”, sostuvo.
Añadió que el gobierno está dando un mensaje de que no le importan los derechos humanos. “A Urresti lo han puesto en una situación de poder frente a cualquiera ante el proceso judicial que tiene que afrontar. Un poder incluso sobre los que fueron sus jefes en aquella base de Castropampa que ahora lucen disminuidos”, indicó Rivera a este diario.

También aseveró que el presidente Ollanta Humala, conocido en Madre Mía como "el capitán Carlos", ha puesto en desventaja a los familiares de Bustíos al salir a blindar a su ministro.






Perú.21 accedió a una grabación visual que registra el preciso instante en el que uno de los amigos y colaboradores de Humala, Amílcar Gómez Amasifuén, soborna al hijo del testigo del caso Madre Mía, Jorge Ávila Rivera, a pocos metros de la sede de los Juzgados Anticorrupción, en Lince, donde se desarrollaba, precisamente, la denuncia de presunta compra de testimonios.



Vladimiro Montesinos también corroboró las coincidencias entre el "levantamientode Locumba" y su fuga a Panamá en el yate "Carisma":



1 comentario:

  1. hice mi SMO enlas fechas en que mataron a bustios el cap. arturo era el S2 encargado delos operativos con centurion (el mas grande asesino que he conocido)su adjunto y vidal sabento "cap. carlos"ELLOS FUERON

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Hola, me encantaría que aportaras algo o, si lo crees conveniente, me ayudes a difundir estas cosas que en mi país poco se saben. No te preocupes por la autoría ¡ya sabes! en las Redes Sociales todos trabajamos para el bien común.

Un abrazo